La
Etnomusicología y Folklore,
Eje Articulador
de Bolivia
Introducción – Historia de
la Etnomusicología – Características de Etnomusicología – Definición y objeto
de estudio – Estudio analítico-fenomenológico y estructural de etnomúsica en
Bolivia - ¿Qué es Folklore? – Historia del Folklore – Características del hecho
Folklórico – Rasgos del folklore – Patrimonio Folklórico – Ubicación cultural
del Folklore, la Etnología y Etnomusicología – Etnomúsica y Folklore de acuerdo
a regiones geográficas – Composición etno-racial boliviana – Creencias mitológicas enmarcadas
en el mundo sonoro de Bolivia – Algunas expresiones mitológicas indígenas –
Agentes del folklore musical boliviano.
Introducción
Durante el siglo XIX,
Europa tenía el dominio político y cultural de una buena parte del mundo y, por
supuesto, se imponía su forma de pensamiento. Musicalmente, por ejemplo, se
pensaba que cualquier tipo de música que no fuera occidental era primitiva,
inferior y salvaje; este pensamiento aludía, incluso, a la música occidental no
culta que realizaban los campesinos. Pero surgió un interés por coleccionar y
recopilar música e instrumentos musicales no europeos, y de las zonas rurales,
es decir, empezó la necesidad de estudiar la música que realizaba “el otro”, “la
música exótica”, la música de tradición oral, la que no se escribía. Nació así,
como una rama de la Musicología (que estudia a la música occidental), la Musicología
Comparada, bautizada así por Guido Adler en 1885.
Con el paso del tiempo
se desecharon esos conceptos de inferioridad y surgió la necesidad de estudiar
la función que realiza la música en una determinada sociedad, desarrollándose la
disciplina Etnomusicológica o también llamada Antropología de la Música.
Historia de la Etnomusicología
(…El interés por la música tiene remotos
orígenes pero, los estudios sistemáticos de la etnomusicología, tienen lugar
en el siglo pasado cuando se acopian materiales de música primitiva, se
estudian documentos y se descubren sistemas musicales, tratando de detectar y
fijar las características de aquella música.
En 1.950, a sugerencia de Jaap Kunts, se establece por primera vez el
término etnomusicología sustituyendo al de musicología comparada, para determinar
con mayor precisión el objeto de la música primitiva y folklórica.
El mundo científico del viejo continente, muestra inusitado interés
por el conocimiento de las manifestaciones etnológicas y folklóricas americanas
por lo que, llegan al nuevo mundo, en forma permanente especialistas etnomusicólogos,
con el objeto de realizar estudios concretos en sitios alejados donde la música
junto a otras manifestaciones culturales, se mantienen inalterables.
En la actualidad, al amparo de la técnica electrónica, las
investigaciones etnomusícológicas se han generalizado en todo el mundo ya que
la fonogra-bación directa simplifica en gran manera los procesos heurísticos,
de indagación, recopilación, catalogación y análisis de los fenómenos
musicales investigados…)
A
comienzos del siglo XX ya se habían realizado importantes grabaciones por medio
de los cilindros fonográficos y comenzaron a formarse archivos en Estados
Unidos, Alemania y Austria.
La Escuela Alemana de
Musicología Comparada se preocupó por recopilar, clasificar y analizar la
música popular. Empezaron a cuestionarse y analizar a la música desde su
función en la sociedad (esta concepción fue más desarrollada por la escuela
Norteamericana, de la cual hablaremos más adelante). Sus investigaciones se
centraron más en el sonido por sí mismo, realizando análisis y transcripciones
de la música recopilada. Esta escuela está representada, entre otros
investigadores, por Curt Sachs, Carl Stumpf, Erich von Hornbostel y Otto
Abraham.
En 1914 Curt Sachs y
Erich Von Hornbostel desarrollaron el Sistema
de Clasificación
Organológico, el cual consiste en dividir a los
instrumentos en cuatro familias: idiófonos,
membranófonos, cordófonos y aerófonos. A partir de esta ordenación todos
los instrumentos recopilados
tendrían cabida en un sistema clasificatorio.
Por otra parte Béla
Bartók (1881-1945), junto con Zoltán Kodály (1882-1967) comenzaron trabajos de
recopilación y trascripción de la música popular húngara, incorporando algunos
elementos de esta música a sus composiciones. En 1934, Bártok, trabajó para la
Academia Húngara de Ciencias, para organizar y publicar el material que había
recolectado junto con otros investigadores.
El rumano
Constantin Brailoiu (se conoció por sus diferencias con la escuela de Berlín)
hizo grandes aportes a la etnomusicología, aunque se le conoció tardíamente,
porque su obra fue traducida al inglés y al
francés hasta 1973. Brailoiu comenzó a preguntarse cuál
era el verdadero objetivo de la etnomusicología y comenzó a plantearse
los problemas a los que se enfrentarían los
etnomusicólogos; se cuestionó cuál era la relación entre música y sociedad antes de que los etnomusicólogos
norteamericanos abundaran en ello. Para este
investigador la diferencia entre la música popular y la música culta residía no
tanto en el hecho del lugar de donde proviene,
sino de la manera en que se crea y es transmitida al
resto de la sociedad.
En la Escuela
Norteamericana (la cual tiene un desarrollo paralelo con la escuela de Berlín)
surge una gran preocupación por la música indígena americana y comienzan a
recopilarla el investigador Frances Densmore y más tarde Helen Roberts y George
Herzog.
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A partir de 1950, la
Musicología Comparada, rebautizada en 1959 por J. Kunst como Etnomusicología,
empieza a tener un auge mundial. La escuela Norteamericana comienza a fijar sus
líneas de investigación basándose en las teorías y métodos de la antropología
moderna, y comienza a investigar la música desde la función que desarrolla en
una sociedad determinada. Uno de los investigadores más sobresalientes de esta
corriente es Alan P. Merriam. Este autor publicó The Anthropology of Music, en 1964, convirtiéndose en un clásico
para la etnomusicología. A finales de los años 50 los etnomusicólogos de E.U.,
habían desarrollado dos corrientes; por un lado estaban los de formación
antropológica encabezados por Alan Merriam, y por el otro los de formación
musicológica lideriados por Mantle Hood. Este músico e investigador preocupado
por el proceso educativo al que se enfrentaban sus alumnos, desarrolla el
concepto de bi-musicalismo (bi-musicality). A grandes rasgos significa que una
persona que tiene formación musical europea, al investigar otra cultura musical
necesita aprender ese sistema, para convertirse en un bilingüe musical. Este
concepto lo plasma en su libro The
Challenge of bi-musicality (1960).
A su vez en América
Latina surgen estudios y recopilaciones de música popular, partiendo de las
corrientes del folklore.
Resumiendo, se puede
decir que la etnomusicología ha pasado por varias etapas, a grandes rasgos, son
las siguientes:
a) La
Etnomusicología nace de una necesidad para poder estudiar y entender la música exótica, de las culturas
primitivas, pero manteniendo la visión de que en algunos casos ni siquiera se
le podía llamar música.
Esta
disciplina nace como una rama menor de la musicología, es decir, es una
musicología de las otras músicas. Surgen la Escuela Alemana de Musicología y la
Escuela Norteamericana. En el siguiente cuadro sinóptico analizaremos las
diferencias de las dos corrientes
b) El
folklore y la etnomusicología convergen en algún momento y esto da paso a
pensar que el fenómeno musical no se resume a ser un arte arcaico, sino que hay
que tomar en cuenta la forma en la que se transmite y se crea.
c) En esta
tercera etapa se piensa que la etnomusicología debe estudiar la música que
producen los campesinos, dando especial énfasis al proceso creativo.
d) Y por
último se liga a la etnomusicología con las teorías y métodos de la
antropología para de esta manera poder abordar el estudio de cualquier tipo de
música, incluyendo la que se desarrolla en las grandes urbes y las músicas
realizadas para ser consumida por las grandes masas.
La
Etnomusicología o Antropología de la Música, es pues el estudio de los procesos
musicales en la cultura, la música
como cultura.
Características
de la Etnomusicología
(Alberto Guerra Gutiérrez. 5 de Agosto,
1981)
Fuente:
Revista de Divulgación Científica
Mucho se ha venido en hablar de una música folklórica, una música
vernacular, una música popular, una música nativa, etc., sin poder establecer
las diferencias concretas y aplicar estos términos en la forma más adecuada.
Lo
vernáculo indica únicamente, la pertenencia o propiedad de un país; lo popular
significa genéricamente como en el caso anterior, propiedad del pueblo, lo
nativo alude al lugar de nacimiento; en cambio, lo folklórico ya se refiere a
un proceso concreto de aculturación.
Frente a este panorama, la etnomusicología se caracteriza por su afán
de estudiar la música científicamente teniendo en cuenta las circunstancias en
las que se presenta cada tipo de música. Para el efecto, nuestra disciplina,
agrupa ya concretamente el fenómeno musical en tres grandes familias o tendencias:
Primera. Música
aborigen o etnológica

Tercera. Música popular en proceso de folklorización
La música etnológica llamada también con cierta intensión despectiva,
primitiva o aborigen, tiene sus propias características, es ante todo y fundamentalmente
mística y ceremonial, no es una manifestación simplemente artística sino,
estrictamente ritual, obedece a patrones generalizadores como parte de
verdaderos complejos culturales que rigen la vida de relación de nuestras
comunidades campesinas.
Por ello mismo, no es música folklórica como comúnmente se la cataloga
ya que, fuera de la tradicionalidad, el anonimato, la popularidad, la plasticidad,
la funcionalidad y la ubicabilidad poseen las características particulares de
su esencia mística y su pureza de producto de cultura unilineal que escapa a la
caracterización de los hechos folklóricos.
La música folklórica en cambio, es el resultado de la aculturación producida
por el choque de culturas nativas y europea acaecida con motivo del
descubrimiento, conquista y colonización española en América.
Como música popular se clasifica a aquellas manifestaciones de música
exótica que de tiempo en tiempo, se ponen de moda y alcanza popularidad con
temas nacionales como ocurre con el vals, la polka, la cumbia, etc., etc., o
también con temas nativos que son clasificados como proyecciones folklóricas
juntamente con los anteriores.
La
Etnomusicología, definición y objeto de estudio
(Centro Universitario de Arte,
Arquitectura y diseño. 14 de Julio de 2003)
Fuente:
Gaceta Universitaria
En el New grove dictionary encontramos que
la etnomusicología es “el estudio de la música de tradición oral, encontrada en
áreas que están dominadas por altas culturas; o sea, la música folclórica no
sólo de Europa y América, sino de todo el mundo”.
El término
etnomusicología fue utilizado por primera vez en el subtítulo del libro
Musicología: un estudio de la naturaleza de la etnomusicología, sus
problemas, métodos y personalidades (Ámsterdam, 1950), por Jaap Kunst. El autor consideró más
adecuado este término que el de
“musicología comparada“, aunque
algunos países de Europa, como Alemania,
aún lo llaman así“.
En 1950, en el I
Congreso de ciencias etnológicas, en Filadelfia, Estados Unidos, aceptaron a la
etnomusicología como disciplina independiente.
Bruno Nettl1 dice que
es “la ciencia que trata con la música de los pueblos, fuera de la civilización
occidental“. Mantle Hood, en 1971, menciona que la etnomusicología es un
fenómeno musical, pero también físico, psicológico, estético y cultural, el
cual abarca todas las variantes musicales: clásica, popular, etc.
El propio Jaap Kunst,
en 1959, escribe que el objeto de la etnomusicología “es la música tradicional
y los instrumentos de todas las culturas de la humanidad.”
Mantle Hood y Jaap
Kunst son considerados los pioneros de la etnomusicología.
Alan Merriam la
definió como el “estudio de la música en la cultura”. Es decir, el estudio de
los sistemas musicales del mundo sin distinción entre la música culta y la
popular. Él la considera dentro del campo de la antropología, aunque enfatiza
la necesidad del estudio del contexto.
La etnomusicología
significa entender la música como parte del ser humano. Es un rasgo inherente a
él. Marcia Herndom comenta sobre la dificultad de encontrar sustentos teóricos
y métodos propios de esta ciencia, al tomar en cuenta que los investigadores
que la han abordado, son musicólogos o antropólogos,pero pocos están formados
en ambas disciplinas. Habla también de la necesidad de compartir, debatir y
llegar a acuerdos respecto a una teoría etnomusicológica.
En su propia
definición, la etnomusicología implica combinar la etnología con la
musicología. Es decir, enfatizar la música por sí misma y referirla a su
función social, sin dejar de considerarla parte de la cultura humana.
La musicología
puntualiza las cuestiones de la armonía en sí misma, con los criterios teóricos
metodológicos utilizados para analizar la música occidental y la antropología.
Por otra parte, examina la importancia de la música en el contexto social, usos
y funciones.
En la perspectiva actual,
los dos enfoques quedarían incompletos, puesto que ha podido comprobarse que la
música de tradición oral es difícil “medirla“ con los parámetros occidentales,
los de la musicología.
Por otro lado, los
estudios etnológicos por separado serían insuficientes respecto a los aspectos
“musicales“propiamente dichos. En parte, porque las dos ciencias crecieron casi
al mismo tiempo influenciándose una a la otra. Es necesario trabajar en forma
interdisciplinaria para los efectos de una adecuada investigación etnomusicológica.
La musicología y la
etnología deben mezclarse en una única forma: no acentuar ninguna para tomar en
cuenta los criterios metodológicos de ambas y los objetos de estudio
complementarios.
La etnomusicología ha
alcanzado prestigio por sí misma. Su doble naturaleza le proporciona fortaleza
académica y, además, como bien expresa Marcia Rendón: “tiene un amplísimo y
dinámico campo de estudio por delante, siempre y cuando los etnomusicólogos
encuentren métodos de análisis propios, por medio de la discusión de las ideas
y de la comunicación entre ellos.
Estudio
analítico – fenomenológico y estructural de la etnomúsica en Bolivia
José Llanos Murillo. Agosto de 2002
Fuente:
Música de los Antis
Cada pueblo, raza,
tiene su modo de exteriorización de los sentimientos musicales, pues tanto el
hombre de la tribu como el civilizado siente la necesidad de “creación
artística”.
Existe al respecto un
común prejuicio que hay que borrar, por que incide sobre los hechos
etnohistoricos. Dicho prejuicio es el de asignar una mentalidad inferior al
hombre primito; Y en realidad, “es la calidad de la experiencia de aquellas
gentes y no una diferencia de mentalidad, lo que distingue entre sí la
producción y apreciación del arte por los hombres modernos y por los primitivos,”
Lo que se dijo sobre
la “interpretación estética de la etnohistoria” tiene aquí cabal apreciación
Para que se conozca
aún más el alma musical de nuestras razas
aculturadas que tratamos, presentamos algunas características,
apreciadas por quienes directamente las han tratado.
Mientras a la música
de los Chiquitanos y Moxeños (De las Provincias de Chiquitos, Velasco y Ñuflo
de Chávez) se la considera copiosa,
variada y artísticamente rica. (Ejemplo: El Taquirari, derivado del autóctono
Taquiriquire, ó “canto a la flecha”)
Las manifestaciones étnicas que se expresan
tradicionalmente en los pueblos nativos, identificables mediante sus
inquietudes de formas de vida de los fenómenos sociales, ofrecen valiosos
contenidos de creaciones humanas; En la cual alternan una serie de variables de
las formas musicales tribales,
aglutinadas en una peculiar sonoridad de cantos, bailes, y toques
instrumentales telúricos- ancestrales; cuyos valores artísticos de la s culturas
tiwanacota boliviana, se presenta de acuerdo a las áreas geo-culturales
etnográficas pervivientes de los pueblos.
El estudio analítico
fenomenológico estructural de la etnomúsica, se realiza musicológicamente en base a pautas esquemáticas de
planteamientos de criterios teóricos temáticos, y que correlativamente
conforman determinadas líneas melódicas audibles de difusión; identificables en
dimensiones escalísticas musicales de unitonal, bitonal tritonal, tetratonal, y
pentatonal; Diatonica y sincrónica de función expresiva oral no escrita que
constituyen un aporte científico sistemático inductivo y deductivo; dentro del
cambio metodológico de conocer el arte milenario de nuestros pueblos
bolivianos.
En tal virtud cabe
identificar el conocimiento de los bienes culturales etnológicos de recopilación
y estudio antropológico musical milenario; descriptivo en el manejo de
escrituras de las diversas culturas que llegaron hasta la época de la colonia,
y fue aplicable en los cantos rituales
eucarísticos religiosos cristianos de las misas.
¿Qué es el Folklore?
Etimológicamente, el término folklore se compone de dos sustantivos
anglosajones: folk que se traduce como pueblo y lore que se refiere al saber o
conocimiento empírico.
Partiendo de este principio, folklore significa la sabiduría del
pueblo manifestada como supervivencias heredadas de anteriores generaciones.
El folklore es, por otra parte, la expresión cultural de la nueva
realidad social que en América se formó por el choque de dos culturas
diferentes: La europea encarnada en la corriente conquistadora española y, la
corriente nativa regional.
Para diferenciar la ciencia de la práctica folklórica, se escribe con
mayúscula (F) cuando se refiere a la primera y con minúscula cuando se refiere
a la segunda.
Historia
del Folklore
(Alberto Guerra Gutiérrez. 5 de Agosto,
1981)
Fuente:
Revista de Divulgación Científica
Ya en el renacimiento encontramos muestras del interés por las
"antigüedades" que más tarde llegan a ser objeto de la ciencia del
Folklore. En el año 1.600 en la clasificación de las ciencias de Bacón,
aparecen las "antigüedades" al lado de la historia y más tarde, en
el año 1.751, el término pierde popularidad y aparecen en su lugar los
adjetivos "popular" y "vulgar" con el impulso de la obra de
D'Alembert.
Posteriormente, los autores
utilizan las palabras "supervivencias" y tradiciones populares"
o "de la tradición" (1.884 - 1.897).
Los anticuarios europeos comprendidos entre 1.780 y 1.880 fueron los verdaderos
precursores de la investigación folklórica. Así, los hermanos Jacob y Wilhelm
recogieron numerosos cuentos populares de la vida aldeana de Alemania que
fueron publicados a partir de 1.812 con magníficos estudios comparativos de
estos cuentos con los de otros países; de manera que la simple colección de
cuentos populares se convirtió en un trabajo de alta investigación cultural.
El 22 de agosto de 1.846, aparece en las páginas de la revista
londinense "El Ateneo", una carta dirigida a su director Jaime
Holmes y firmada por Ambrose Merton, seudónimo del arqueólogo inglés Guillermo
John Thoms. En ella el autor propone designar la ciencia que hasta entonces era
conocida como "antigüedades populares" y "literatura
popular" con una buena palabra compuesta anglosajona, folk-lore que se
traduce como -el saber del pueblo-o el saber popular del pueblo. "Así las
cosas y pasado más de 30 años desde el lanzamiento de la voz folklore, se
produce siempre en Inglaterra, el movimiento que determina la constitución del
folklore, como verdadera ciencia. Thomas, ya viejo, persistía en su idea. Y al
cabo de consultas, y preámbulos que ocurren- en 1.877 un grupo de científicos
funda en Londres la Folklore Society y corriente en 1.878. Esta es la fecha inaugural de la nueva
ciencia".
Características
del Hecho Folklórico
Todo hecho folklórico, para ser reconocido como tal, debe
necesariamente reunir las siguientes características:
Debe ser tradicional, es decir que el fenómeno es transmitido de
generación en generación, en forma oral o escrita y por imitación, en forma
natural, sin ningún tipo de sistematización.
Debe ser anónimo, que significa el haber perdido a lo largo del
tiempo, la identificación del autor individual, lo que permite que el hecho
pase a ser patrimonio colectivo de la sociedad en la que se lo practica.
Debe ser popular, es decir que el fenómeno es aceptado y practicado
por el mayor número de los miembros de la sociedad folk.
Debe ser funcional, o sea, que debe cumplir una función dentro de la
vida de la colectividad, es decir que el hecho folklórico, cumple un rol activo
en la vida del folk, reflejando sus costumbres; su arte, su vestimenta, etc.
Debe ser plástico. Esto es que cualquier fenómeno folkórico puede admitir
cambios en forma, pero nunca en el fondo.
Debe ser ubicable, es decir que todo hecho folklórico se realiza siempre
en un lugar y una fecha determinados.
La característica de ubicación sin embargo, precisa de una u otra
característica que puede llamarse de "peculiaridad", puesto que
muchos fenómenos folklóricos se presentan en muchos lugares y a veces al mismo
tiempo, pero en el fondo obedecen a motivaciones totalmente diferentes, y su
ubicación en cuanto a tiempo y espacio sólo será posible observando las
peculiaridades en cada caso.
Rasgos
del Folklore
Para que un hecho sea Folklórico debe
dar todos los rasgos de contenido folk para su buena
investigación, cuando un Técnico sale al campo con el fin de realizar un
trabajo integro, de tipo socializante, vigente, oral tradicional; igualmente de
difusión ora1 musical que corresponde a la herencia de los padres a los hijos.
Esta disciplina folklórica se expone
bajo los siguientes rasgos:
Tradicional, La
tradición es el mecanismo por el cual
heredamos los bienes propios de nuestros
mayores; es una transmisión de una
generación a otra y se incorpora en sus usos, costumbres, modos de actuar, es
el elemento de toda agrupación social, sus aptitudes, hábitos. Se
manifiesta en el campo folklórico como
una gran fuerza social funcional de transmisión cultural de fuentes vivas
costumbristas.
Oral, Es
un proceso no sistematizado de la enseñanza, que equivale a una cosa no escrita, sino se manifiesta la experiencia hereditaria.
Toda
obra costumbrista tiene rasgos de carácter oral dentro de los sentimientos del
pueblo, ejemplo la música, donde se
puede percibir su sensibilidad, reunida al espíritu colectivo, a la voz de
resonancia que exige una personalidad artística.
Anónimo, Se
presenta de acuerdo a la tradición se
llega a comprender que tiene autor, pero
como el elemento creador es el hombre
Fol. Entonces, sus técnicas creativas son anónimas tal como puede suceder con
los pintores populares y correr con el
tiempo se vuelve dicha creación de carácter tradicional, principalmente
en el campo musical de fuente viva de la cultura del pueblo; la creación folklórica con el correr del tiempo se vuelve
anónima a tradicionalizarse.
Empírico, Lo
empírico es aquella manifestación que so se aprende de los libros, o una
enseñanza sistematizada, no son sociedades civilizadas - contemporáneas su difusión se logra mediante la palabra
hablada; es una experiencia milenaria
espontánea, una enseñanza no dirigida
Se
aprende música con el vivir del tiempo, como el interprete de la guitarra,
charango, es una experiencia de los mayores
de antaño; el campesino resuelve
sus experiencias aprendiendo de sus padres, es espontáneo, no
institucionalizado.
Se
debe mencionar muy especialmente la práctica de la música polifónica
empírica a capella, a veces con
acompañamiento instrumental.
Funcional, Es
todo aquello que se identifica con el
pueblo, con la sociedad; cuando el campesino
desea hacer una fiesta es por que quiere rendir un homenaje religioso,
de compadrazo y otras costumbres rituales.
El folklore es funcional, el pueblo deja
de pasar aquellos hechos pasados, comidas, bebidas, fiestas, etc. Que queda en
el contexto de la cultura folklórica. Se
identifica con la vida material, social
y espiritual de la comunidad de un determinado lugar; como manifestación
aislada.
Socializado, El
folklorista incorporado a lo colectivo se sociabiliza, que significa aceptado
por una sociedad, en servicio de la colectividad.
Los
músicos son personalidades que tienen talento interpretativo y están o sirven a
la sociedad. Lo social es un aspecto psicológico reunido al unísono de
fenómenos sociales, sus actividades deben ser estudiadas cono la psicología individual; la
compenetración, su jerarquización que
se inserta integralmente en el folklore.
Dinámico, El
folklore debe ser concebido como proceso de hechos históricos sus proyecciones,
transculturaciones de las supervivencias; como ser las danzas canciones que llegan a formar cambios
históricos culturales condiciones como folklore de una región naciente,
folklore vigente, histórico, que se transforma en proyecciones originarias; y
que sufre variaciones de tuición recreativa.
Regional,
Se refiere a lo nacional, cuando una cosa o las manifestaciones son del lugar
con características geográficas, costumbristas que conservan en el ámbito sociocultural
de sus habitantes, en cuyo seno se
desenvuelve la vida típica, su origen, sus viviendas, sus expresiones
regionales sus tradiciones, sus mitos, sus creencias, de un ambiente netamente
folklórico; las danzas, los conjuntos instrumentales sus coplas, etc.
Universal, El
pueblo selecciona sus elementos
musicales más sobresalientes, afirmando el fenómeno lugareño para
universalizarlo mediante sus canciones; coplas, una interpretación de sus
instrumentos (maracas, cuatro, charango, arpa, etc.) llevando sus creaciones
culturales folklóricas.
La
mezcla de elementos folklóricos puede impulsar en salir de su pueblo uniendo de
lo regional a lo universal es decir, lo universal se une a lo regional.
Popular, Lo
popular sostiene en las manifestaciones folklóricas de sencillez; lo tradicional es rehecho, lo
popular circula sobre excepciones, se acomoda a las ideas básicas, como los
caprichos de la moda diaria, los hábitos, chistes, etc.
Patrimonio
Folklórico
De acuerdo al concepto político "pueblo" es la suma total de
habitantes de la nación.
La división de la sociedad en clases, obedece a un criterio económico
resultando que el término "pueblo" es aplicable al conglomerado de
gente pobre.
Desde el punto de vista urbano, pueblo es la gente poco cultivada o no
educada de acuerdo a los moldes oficiales de esa realidad social. Es evidente
que el acontecer folklórico se produce necesariamente en el seno de una sociedad
civilizada pero, el hecho folklórico no es patrimonio de toda esta sociedad
sino, de una parte de ella; es pues a esa parte, que reconocemos como
"pueblo" -dice Carlos Vega- es el conjunto de individuos que
usufructúan las supervivencias" esto quiere decir que en la teórica
gradación de la composición de la sociedad existe un término medio entre lo
erudito y lo primitivo, que en nuestra realidad es elgruesode la sociedad,
salvando sólo los casos de los grupos de profesionales y las migraciones nativas
incorporadas a su seno.
Hecha esta necesaria aclaración,
ya podemos decir afirmativamente que el folklore es patrimonio del pueblo, del
pueblo que alimenta su cultura en base a supervivencias que atañen a las capas
superiores e inferiores de nuestro esquema, produciendo el choque de culturas
que en última instancia produce una tercera fuerza cultural que venimos en
identificarla como "el folklore".
Ubicación
Cultural del Folklore, La etnografía y la Etnomusicología
Frente al controvertido afán de mostrar o tratar de mostrar al
folklore, a la etnografía y a la etnomusicología como disciplinas
independientes, no podemos más que declarar y reconocer que guardan estrecha
relación con o- tras ciencias y especialmente con las llamadas culturales -
históricas: la arqueología, la historia y también con la musicología yaque
todas juntas abarcan la vida del hombre desde sus primeras creaciones hasta el
presente.
La etnografía, el folklore, la arqueología y la historia se interesan
por los mismos testimonios como, objetos de piedra, armas, herramientas, anales,
supersticiones pero, siguiendo diferentes objetivos y desarrollando métodos y
técnicas de investigación acordes a su especialidad.
La arqueología y la historia abarcan todos los tiempos de la cultura
humana, la primera acaba más o menos donde empieza la segunda y no pueden
confundirse porque son distintos los elementos que utilizan en la pesquiza de
los datos. El arqueólogo estudia objetos materiales y deduce el panorama
cultural de remotos períodos del acontecer humano. El historiador en cambio,
estudia documentos, testimonios escritos y es aquí donde su campo se limita
puesto que muy pocos pueblos escribieron sus memorias, y cuando lo hicieron,
sólo se ocuparon de sus jerarcas y de las cosas más visibles de entre los
intereses de su civilización.
De este modo, por el incompleto panorama que ofrecieron estas dos
ciencias, el hombre en el siglo pasado, tuvo la necesidad de crear otras dos
ciencias correlativas y complementarias en el cuadro de la historia general: La
etnografía y el Folklore que abarcan simultáneamente, todos los tiempos de la
cultura encuadrándose en el estudio de los productos vivos, vale decir, los
acontecimientos actuales del hombre en su vida de relación. La etnografía
describe usos y costumbres de los pueblos en vigencia en la medida de su
cultura lineal, y el Folklore, trata los mismos elementos enmarcados en los grupos
medios de las sociedades "civilizadas".
Así, el cuadro queda completo puesto que la arqueología ubica en el
tiempo las cosas de la etnografía, y la historia determina fechas y circunstancias
a las cosas del folklore. En cuanto a la antigüedad de la cultura, la
etnografía coincide en gran parte con la arqueología y el Folklore con la historia.
Examinadas
estas características de las ciencias cultural-históricas, nos resulta claro
determinar en cuanto al folklore, su carácter de ciencia histórica especializada
en "antigüedades vulgares".
En cuanto a la etnografía, también de ciencia histórica especializada
en la vida vigente de los pueblos llamados primitivos.
Sin embargo de esta delimitación que ubica en el marco histórico al
Folklore y la etnografía, no debemos perder de vista que siendo el hombre el
punto de partida de todo proceso de investigación, nuestras ciencias son también
antropológicas.
De
otro lado, en el quehacer cultural de la humanidad, existen otras ciencias
especializadas como la musicología que si bien no tiene relación directa con
las ciencias aquí analizadas, se vincula a las mismas por intermedio de una
disciplina que responde a las características de la Etnomusicología que, como
tenemos anotado, se especializa en el estudio de la música etnológica, la
música folklórica y la música popular.
Etnomúsica
y folklore de acuerdo a regiones geográficas
(34º Aniv. Festival Luz Mila Patiño 2005)
Fuente:
Fundación Simón I. Patiño
Bolivia se halla situada en el centro del
continente sur americano, entre los 57º 26´ y 69º 38´ de longitud occidental
del meridiano de Greenwich. Limita al Este con el Brasil, al Oeste con el Perú,
al Sur-Oeste con Chile, al Sur con la Argentina y al Sur-Este con el Paraguay.
Su capital es Sucre, aunque el centro administrativo es la ciudad de La Paz.
Ciudades importantes en la parte andina son Potosí, Cochabamba, Oruro y Tarija;
en las tierras bajas amazonicas y chaquenas: Santa Cruz de la Sierra, Beni y
Pando. Tiene una extensión de 1.098.81 kms.
La
música en Bolivia se presenta de acuerdo a las regiones étnico – geográficas y sociales, con
características propias de cada región divididas en:
La Región
Andina Abarca desde las altas cumbres de la Cordillera
Real u Occidental -que en muchos casos llegan a los 6000 m.s.n.m. como el
Sajama o el Illimani y cuyas temperaturas alcanzan promedios bajo cero-, el
altiplano -con alturas promedio que sobrepasan los 4000 m.s.n.m. y con una temperatura
que fluctúa entre los 0º y los 10º-, la cadena montañosa formada por la
Cordillera Oriental -cuyas altas cumbres llegan a los 5000 m.s.n.m. Esta región
esta cruzada por numerosos valles intermontanos ubicados a una altura que
fluctúa entre los 2000 a 3000 m.s.n.m. y donde las condiciones climatológicas
son templadas y fluctúan entre los 18º y los 30º.
(...la
zona andina, que se presenta de acuerdo a una secuencia cultural de la franja altiplánica, sus montañas, con
reminiscencia de cultura incaica, hoy día mezclada en un mestizaje propio de
esta región, sin pecar una monotonía y
rudeza tal como calificaban algunos investigadores y la falta de un trabajo
antropológico cultural…)
José
Llanos Murillo, Noviembre de 1973
(…la
etnomúsica, dentro del área cultural de
la franja geo-cultural andina, auditivamente presenta los sistemas unitonal,
bitonal, tetratonal, pentatonal. La etnomúsica, considerada de visión telúrico
ancestral, se expone en los suyus ó
estados de Urus, Chipayas Larecajas,
Omasuyus, Yuras , Chaques, Charcas, Chayantas, Kasanis, Yamparaes y otras
dentro de una visión cultural aymara – tiwanacota…)
José
Llanos Murillo, Mayo de 2010
Región
de los Valles La música en los valles se distingue con más placer intenso, pero de sabor mas que
todo mestizo, muy parecido con la cueca,
el bailecito, el contrapunteo mezcla del idioma castellano, quechua y aymará en gran parte de sus letras, con
cuartinas, octetos, décimas, picarezca y se distingue este tipo de música en
las regiones de parte de Potosí, Cochabamba, Chuquisaca y Tarija.
Región
de los Yungas La
música de toque rítmico que se presenta
en la zona de los Yungas, tiene el paso rítmico del elemento afro, donde se innovó
una coreagrafía muy
característica de la región, con pasos exóticos, muy vivaz y picaresca, con toques de tambores, cantado,
pero muy simétrico en sus pasos que se conoce en muchas danzas de ya de carácter mestizo.
Región
de las Serranías El tipo de música que se conoce es de
tipo contrapuntístico, coplas, con una nueva forma musical mestiza vidita,
donde el elemento Folk es muy hábil en
crear canciones a dos, tres voces y bien armonizadas como la interpretación de
violines guitarras, charangos, flautas traveseras, la expresión alegre, muy
propia de la región.
Región de la Sabana Oriental La música de esta región oriental describe la
alegría del hombre Folk, de espíritu emotivo, jovial, de aire y gracia mestiza
y criolla del ritmo mensural, de
movimiento vivo, picaresca, pero sin cultivar la música y ritmo del hombre
habitad étnica que encierra todo un nervio musical para el futuro.
Composición etno – racial boliviana
(Abril de 1998)
Fuente:
La Prensa
La composición etno-racial de la población boliviana comprende de una
gran diversidad de culturas y orígenes étnicos, entre los cuales se pueden
mencionar:
El grupo amerindio, de origen pre-incaico
e incaico, aymara
y quechua-hablante;
y las comunidades indígenas del norte y este boliviano, principalmente guaraníes y mojeños.
Los primeros habitando principalmente en el occidente de país, en los
departamentos de La Paz, Potosí, Oruro,
Chuquisaca
y Cochabamba;
y los segundos principalmente en los departamentos de Santa Cruz, Beni,
Pando y Tarija.
Es necesario considerar que, producto de los flujos migratorios internos
ocurridos en las décadas pasadas y recientes, se encuentran importantes
“bolsones” de población con ascendencia quechua o aymara en zonas rurales (colonos)
y ciudades importantes (Santa Cruz de la Sierra)
de los departamentos amazónicos y chaqueños.
Otro importante componente de la población
boliviana la componen los mestizos, mezcla de
amerindios y europeos, que están repartidos por todo el país. Un menor
porcentaje de blancos — criollos y europeos
recientes — se encuentran concentrados principalmente en las grandes ciudades
como Santa Cruz, Tarija, Cochabamba,
y Sucre, aunque se puede afirmar que en todo el
territorio existe presencia de inmigrantes y descendientes de inmigrantes.
Existe una pequeña minoría de 22.000 afroamericanos,
llamados afrobolivianos. Estos son descendientes de africanos llevados al país
en calidad de esclavos durante la colonia. Viven en el departamento de La Paz.
Los grupos étnicos en Bolivia se dividen en dos principales ramas, el
grupo Andino asentada en mayor parte en las regiones altiplanicas y valles del
país; y el grupo de las regiones cálidas, otras étnicas con características
propias, también forman parte de los antecedentes histórico-culturales de
Bolivia. Entre ellas se destacan en los valles, los Yampara o Ampara y los
Mojocoyas; y en la zona oriental, los Chiriguanos,
Guarayos, Moxeños, Chapacuras, Itonomas,
Movimas, Paraguas, etc. Los
pueblos andinos se agrupan arrededor de dos grandes grupos humanos: Aymara y Quechua:
La etnia Aymara: Ocupa,
fundamentalmente la alta meseta de los departamentos de La Paz, Oruro
y Potosí y algunas cabeceras de los llanos
tropicales.
La etnia Quechua: Se desarrolla
principalmente en los valles de Cochabamba
y Chuquisaca,
sin embargo también ocupa varias zonas cordelleranas de Potosí y Oruro.
Existen enclaves quechuas en las provincias de Inquisivi, Camacho y Muñecas del
departamento de La Paz.
Pertenecen a la nación quechua de los Tarabucos (provincia Yamparaes del
departamento de Chuquisaca), los Ucumaris (Provincias Chayantas y Bustillos del
departamento de Potosí),
los Calchas, Chaquies, Yralipes, Tirinas, etc.
Las
regiones cálidas al nororiente de la cordillera central y las regiones del
sudeste (Gran Chaco)
se dividen:
Grupo Tacana: Formado por: Lecos,
Chimanes, Araonas y Maropas.
Grupo Pano: Formado por:
Chacobos, Caripunas, Sinabos, Capuibos y los Guacanaguas o Guarayos (un grupo
étnico diferente a los Guarayos del departamento de Santa Cruz).
Grupo Aruaco: Formado por:
Apolistas, Baures, Moxos, Cambas, Movimas, Cayabayas, Carabecas, Paiconecas o
Paucanacas.
Grupo Chapacura: Formado por: Iténez
o Moré, Chapacuras, Sansinonianos, Canichanas, Itonamas, Yuracarés, Guatoses y
Chiquitos o Chiquitanos.
Grupo Guaraní: Formado por:
Guarayos, Pausernas, Sirionós, Chiriguanos,
Matacos,
Chulipis y Taipetes.
Grupo Botocudo: Formado por: Bororos
y Otuquis.
Creencias mitológicas enmarcadas en el mundo
sonoro de Bolivia
(José Díaz Gainza 1987)
Fuente:
Historia Musical de Bolivia
Es una fuente prodiga
de inspiración para poetas y pintores,
la mitología indígena acusia, por igual, la curiosidad del científico y del
historiador para poder presentarnos conclusiones y datos sobre “Civilización” de nuestras viejas culturas con la que las
artes y particularmente la música estuvieron íntimamente ligadas, como se
colige de lo someramente indicado.
Leyendas, Mitos,
supersticiones han sido de amplio margen a nuestro escritores para llenar volúmenes sugerentes, y al estudioso del folklore,
material abundantisimo de recolección.
Estas razones y
exigencias de los actuales programas de
música nacional, obligan no preterir este tema siquiera en sus puntos
sobresalientes.
El material que
aflora en toda mitología es doble: “religioso- económico”, o
dicho en otros términos: lo relacionado con sus “Dioses” y el “objeto
material”, bajo sus muy diversas formas de externación.
Algunas
expresiones mitológicas indígenas
(José Díaz Gainza 1987)
Fuente:
Historia Musical de Bolivia
a)
Litolatria
Uno de los Mitos y suerciones que caracteriza con
formas peculiares las primitivas civilizaciones de nuestro suelo es la
Litolatria, oculto a las “piedras y montañas”(y por extencion a los bosques y
rios), a los que consideraban como mansiones de sus Dioses y genios tutelares
de sus clanes, fatrías y pueblos organizados. Los grupos étnicos estudiados
anteriormente nos han dado pruevas fehacientes de ellos; y sus sucesores los Aymara Quechuas, nos han dejado igualmente
testimonios de este culto a la
“naturaleza” en multitus de formas plásticas: arquitectura, escultura,
pictografía, etc. Que son hoy documentos que ocupa la atención de los sabios.
b)
Zoolatría
– Totemismo Considerándose el indígena reencarnación de
algunos animales, le induce a rendirse culto fervoroso y como a manes
protectores de sus clases o familias, ó por lo menos, por temor a sus
venganzas. Ese es el origen de muchas danzas por ejemplo; las de los Choquelas
(disfrazados de wanacos o vicuñas), de los quena-quenas (con pieles de tigre o
jaguar=Titi), de los Chacha- chirigüanas (hormigas hogareñas, perjudiciales),
de los Chatris o Chatripulis (angeles
buenos, alados), etc.
c)
Heliotraía
La adoración al Sol, como Dios máximo, sustituyo
entre los kolla-inkásicos a las primitivas divinidades pétreas y alos antiguos
ídolos totémicos. El culto al Sol (Inti o Willka) llevaba aparejados, como
queda indicado, el de la Luna (Killa o Pajsi), de los astros o estrellas (Koillur o Wara) de las constelaciones y cabrillas (Sukanca o
Katachillay), de los fenómenos metereológicos
rayo, trueno, relámpago (Illa, Illapa). El Iniwasi o Khorikancha, de
cuyas ingentes riquezas de hicieron eco admirativo los cronistas y conquistadores de la colonia, es igualmente testimonio del
fervor religioso y esplendor con que se rodeaba el culto heliolátrico entre los
Kollas e Inkas, que aún parecen renombrar sus sucesores en la fiesta católica
del Corpus Christi.
d)
Pachamama
El culto a
la madre tierra esta íntimamente unido a la mitología indígena, en sus tres
principales aspectos: el cósmico (con sus lagos, montañas valles y selvas); el
agrícola (como signo de prosperidad de la raza); a la misma, como deidad virgen, severa para quien profana.
Sugerentes son al respecto los ritos
antes de ara o cavar los terrenos vírgenes, los estrenos de sus casas, el pavor
de escabar túmulos o tapados, etc. El
papel destacado que desempeñan los
yatiris y laicas para los embrujos y maleficios, para curar las enfermedades,
etc., todo bajo la creencia del poder
oculto de la Pachamama
e)
Pachakamaj
– Wiracocha, Tunupa Las creencias panteistas se mezclan con las
espirituales en la mitología de estas razas. Los Valores míticos aún no
suficientemente estudiados, son el culto o Pacha Kamaj, el dios invisible, al
que se prohibía representarlo bajo ninguna forma, No obstante, su creencia en
una “trinidad” sagrada parece haber sido objeto de culto, a juzgar por los
idiolillos a que hace relación el Arqueologo D. E. Ibarra Gasso, en su
recientísimo estudio, deidad formada por
tres personas iguales representada por
otras tantas cabezas, que en común tienen solo un cuerpo.
Algunas creencias encierran el culto de
Wiracocha, que más tare habría de homologar el Inka Ripaj, hijo de Yawar Wak’aj; y el del Dios Misionero Tunupa, sobre
cuya existencia se han levantado leyendas, hasta hacerlo personificar en un apóstol de Cristo, (Santo
Tomás).
La creencia religiosa indígena alrededor de un Supremo Hacedor, se ha
resumido en los siguientes aspectos como
mito cosmológico, WIRAKOCHA es creador del universo y representa las fuerzas vivas de la
naturaleza y sus evoluciones. Como mito histórico es el fundadro y restaurador
de los pueblos y naciones. Preside la vida peuviana: la de la “Kamaj
Pacha” o de los tiempos primitivos y
oscurecidos por su lejanía; y la del into, con que se abre la nueva era de las influencias de la Luz y de calor
vivificador y fecundante de dios Sol, hechura suya.
Agentes
del Folklore musical Boliviano
(José Díaz Gainza 1987)
Fuente:
Historia Musical de Bolivia
A tres suelen reducirse, generalmente, los agentes
del folklore musical: El físico-
geográfico o medio ambiente, el Psicológico,
en parte, consecuencia de aquel. Y el Técnico.
Cada uno de estos aspectos ha de merecer la debida
atención, pero, consideramos el Primero como el más débil de todos, atendidas las razones que la
crítica científica propone.
El segundo es, sin
duda inseparable, por que sin actor no habría drama ni comedia; que de ambas cosas tiene la música y la danza indígenas: formas de arte que
revelan con mayor espontaneidad y vigor
la parte subjetiva de la existencia de los hombres de la meseta, de los valles
y de los llanos de Bolivia.
No vamos a cavar
nuevamente las raíces de estas dos principales expresiones del alma popular
boliviana, que entran muy hondo en la Prehistoria, y que presidieron todos los
actos de su vida colectiva.
El Tercero, o técnico,
es el que más nos interesa en el tema central de esta síntesis de la
etnohistoria musical de Bolivia, cuya
parte cintífica la contituyen los sistemas sobre los que se basan todas sus
expresiones musicales. En el siguiente capítulo se hará referencia a dos de
ellos, el tritónico, y el pentatónico, aún no influenciados por la música de
Occidente.